domingo, 26 de abril de 2015

¡Qué bueno caminar contigo! [Experiencias pascuales]

   
    Así arranca el lema de la 52ª Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones 2015. Y así es como muchos de nosotros lo vivimos: una auténtica bendición saber que caminamos con Aquel que es el Camino, la Verdad y la Vida. Desde este blog queremos unirnos a toda la Iglesia que hoy celebra a su Buen Pastor, agradecidos porque sigue alentando nuestro camino vocacional y porque llama a otros a compartirlo... ¡Y qué bueno que te lo podamos contar!

   De forma sencilla y honda compartimos la experiencia pascual de dos de nuestros hermanos: Charles y Peter. Una mirada nueva desde los ojos de quienes han dejado familia, tierra y comodidades para vivir donde el Espíritu de Dios les llevase. Desde Vietnam y Paraguay en Colmenar Viejo, para el mundo... ¡qué bueno caminar con vosotros! ¡Gracias, hermanos! Y también contamos con el testimonio de José María, un nuevo miembro de nuestra comunidad desde septiembre. ¡Gracias por tu mirada, hermano! 
   Y para ti... ¿podrás decir «¡qué bueno caminar contigo!»? Te invitamos a compartirlo con nosotros y con Él. ¡Feliz Domingo!


EL DON DE LA GRATUIDAD Y EL DON DEL MISTERIO 
“Se te nota en la mirada”. Esta fue la experiencia de la Pascua Misionera Camino de San Frutos (Segovia) que realizamos un grupo de jóvenes del Centro Juvenil Claret. Fue una pascua itinerante que íbamos de un pueblo a otro, recorriendo el paisaje, el horizonte y la tierra castellana con su frescura y con su encanto. Se convirtieron en espacios vitales: de reflexiones, de sonrisas, de anécdotas, de cansancios, de ampollas en los pies… momentos inolvidables para vivir el misterio pascual. Una mirada que se notaba en los jóvenes contemplando los misterios pascuales. Una mirada que contemplaba la existencia humana. Una mirada perdida en el horizonte castellano. Una mirada resucitada… en Aquel que nos regala su misterio pascual.

Un recuerdo del camino
Charles junto al equipo de monitores de la Pascua de Segovia
Agradezco infinitamente a todos aquellos que participaron en esta pascua misionera. Sin ellos sería imposible experimentar el don de la gratuidad y el don del Misterio Pascual. Un Paso hacia la vida, la fortaleza, la felicidad, el amor, la entrega, el camino, la familia y hacia el Misterio.
Todavía estamos llamados a compartir este don que se nos da en el Misterio de la Vida, Misterio que seguirá siendo incomprensible ante la mirada humana. Solamente con una mirada de Fe, una mirada Creyente, una mirada Amante y una mirada testimonial de la Resurrección se vuelve clarividente el Misterio encarnado hecho hombre y resucitado ante los ojos gratuitos del Dios de la Vida. 
Y ahora nos toca sencillamente proclamar: ¡Cristo ha resucitado! ¡Aleluya! ¡Aleluya!

Charles Rolón, cmf


UN SERVICIO INIMAGINABLE



Peter con los monagillos de la Iglesia
de Colmenar y el P. Luis Ángel, cmf
Nunca imaginaba que un día serviría en una comunidad de fe de personas extranjeras. Mirad a esta foto: soy un extranjero entre los españoles. ¡Qué fantástico! Creo firmemente que Dios siempre me acompaña a través de sus angelitos en el camino para seguirle como un misionero Claretiano. 

En este camino no siento que lleve conmigo a Dios a donde Él me conduce, sino que vivo en una constante invitación a descubrirle en el corazón de la gente con la que vivo. 

Sé que Dios está vivo porque he escuchado su voz, he visto su rostro, he sentido su amor, su cercanía y su presencia en este pueblo de Colmenar Viejo. Gracias, Señor, por vivir en mis hermanos. 
Peter, cmf

UNA NUEVA VIDA
Me ha enseñado lo mucho que sufre este mundo, lo que nos quejamos, lo poco que aguantamos a nuestros hermanos, lo avariciosos y egoístas que nos volvemos por el «tener». Sin embargo, me ha regalado una mirada más sincera, una forma de perdonar, una entrega de amor diferente, me ha dicho un ¡cuento contigo! porque sigue a mi lado. Y aquí estoy alegre de recibir su luz, contento por saberme hijo suyo. Perdonado de todas mis faltas y amado hasta el extremo. Escucharte en el silencio ha sido lo más grande de estos días, abrir mi corazón y contarte cómo iba siendo este primer año aquí, sin mi Semana Santa como cofrade. 


Gracias Señor por mostrarme durante esta Pascua un poco más de Ti y así poder llevarte a los demás. Que los domingos de resurrección no sean sólo los domingos, sino todos los días del año. Porque Él sigue vivo en tu corazón si dejas que Él viva en ti.
José Mª Morillo



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