jueves, 2 de abril de 2015

Jueves Santo: a su Mesa en su pecho

   Podría haber sido de otra manera. Podría haber dicho otras tantas cosas. Podría haberse derramado en otros tantos gestos. Y sin embargo, fue en una cena. Fue grabado a fuego en el corazón su testamento. Fue derramado en la mesa, en el Pan y en el Vino. 
   Y desde entonces, para siempre. 
   Para ti. 
   Para nosotros. 
   Para que vivas. 

   JUEVES SANTO

   Todo tu hacer me tiene pensativa;
   pensándote me paso el llanto entero.

   Para pasar el hambre, toma el pecho,

   el mío, que te doy para que vivas.

   Blanco mantel he puesto almidonado
   por el llanto tardío de mi culpa
   para la cena mística del dueño.

   Dame el pan de tu cuerpo en una carta,
   bébete mis palabras con el mío,
   junta ahora tus palmas con mis palmas,
   que ellas quieren rezar de cuatro en cuatro.
Gloria Fuertes

No hay comentarios:

Publicar un comentario