martes, 9 de abril de 2013

Álzate, corazón, corazón libre...

Un hermano me ha hecho llegar esta canción...


"Te han sitiado, corazón, y esperan tu renuncia.
Los únicos vencidos, corazón, son los que no luchan.
No te entregues, corazón libre, no te entregues.
No te entregues, corazón libre, no te entregues.
No los dejes, corazón, que maten la alegría.
Remienda con un sueño, corazón, tus alas malheridas.
No te entregues, corazón libre, no te entregues.
No te entregues, corazón libre, no te entregues.
Y recuerda, corazón, la infancia sin fronteras;
el tacto de la vida, corazón, carne de primavera.
No te entregues, corazón libre, no te entregues.
No te entregues, corazón libre, no te entregues.
Se equivocan, corazón, con frágiles cadenas;
más viento que raíces, corazón... ¡Destrózalas y vuela!
No te entregues, corazón libre, no te entregues.
No te entregues, corazón libre, no te entregues.
No los oigas, corazón, que sus voces no te aturdan:
serás cómplice y esclavo, corazón, si es que los escuchas.
No te entregues, corazón libre, no te entregues.
No te entregues, corazón libre, no te entregues.
Adelante, corazón, sin miedo a la derrota.
Durar no es estar vivo, corazón: vivir es otra cosa.
No te entregues, corazón libre, no te entregues.
No te entregues, corazón libre, no te entregues".


[Rafael Amor,
en la inolvidable voz de Mercedes Sosa]

Esta canción me ha hecho recordar un poema...



"Álzate, corazón, consumido de penas,
levántate, que sopla un viento de esperanza
por el mundo, llevándose con él tus inquietudes
y la costra de angustia que apaga tus latidos.
Álzate, viejo amigo, que el Dios de los humildes
ha vuelto de su viaje al país de las sombras
y alumbra con su ojo la prisión en que yaces,
limando los barrotes de tu melancolía".

[Luis Alberto de Cuenca]

Y todo me ha hecho entrar un poco más
en la alta Libertad de Su Pascua,
en el Pecho que basta para mi Corazón...
Entregado a la Vida. Alzado en el Amor.
Gracias, Señor Resucitado.



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