martes, 17 de abril de 2012

Encuentro de Estudiantes Fátima 2012



     Los días 13, 14 y 15 de abril de 2012, la Casa de Acogida y Espiritualidad de Fátima [Misioneros Claretianos] recibió a los formandos claretianos de la Península Ibérica. Como cada año, los estudiantes de Iberia nos juntamos para reflexionar, compartir, orar y celebrar nuestra vocación en torno a algún tema de interés para nuestra formación cristiana claretiana. Este año, haciéndonos eco de la gracia eucarística que recibió S. Antonio María Claret hace 150 años en La Granja de S. Ildefonso (Segovia), el tema elegido fue Eucaristía y Vida. El encuentro estuvo dinamizado por nuestros hermanos de Portugal (organismo anfitrión) e iluminado por el P. José María Hernández, formador en Granada y profesor de Sacramentos en esta misma ciudad. Además, este año nuestro encuentro se vio enriquecido con la presencia de los postulantes de Portugal, Bética y Santiago, que se reunieron por primera vez con el P. José María Bolívar, maestro de novicios, y de los formandos que se preparan para recibir las órdenes, cuyo encuentro estuvo dirigido por el P. Luis Ángel de las Heras y acompañado por el P. Josep Armengol, prefectos de formación y espiritualidad de las provincias de Santiago y Cataluña respectivamente. Resumiendo: 36 claretianos profundizando y celebrando juntos esta hermosa vocación que hemos recibido.


     Como viene siendo habitual, el encuentro fue denso y concentrado: estuvo jalonado de charlas, momentos de reflexión personal, diálogo en grupos y en plenario, oraciones, eucaristías, paseos al santuario de Fátima, tiempo distendido para charlar y compartir... Con la impronta especial, este año, de la Eucaristía (por el aniversario) y de María (por el lugar), dos pilares de la experiencia espiritual del P. Claret.

     Decía el P. Claret de la eucristía en Carta ascética:

     "Al que comulga bien le sucede lo que a la barra de hierro que se mete en la fragua, donde se convierte en fuego; sí, asímismo queda endiosada el alma que comulga bien: el fuego al hierro le quita la escoria, la frialdad natural, la dureza, y le pone tan blando que lo llega a derretir y se amolda al gusto del artífice. Otro tanto hace el fuego del amor divino en la fragua de la comunión al alma que comulga bien y con frecuencia: le quita la escoria de las imperfecciones, la frialdad natural, la dureza de su amor propio, y la pone tan tierna y blanda que se amolda completamente a la voluntad de Dios en todo y por todo, y así dice como Jesús al eterno Padre: Hágase tu voluntad y no la mía".
 

     Con esta sencilla crónica, agradecemos lo vivido estos días: a Dios y a nuestros hermanos de Cataluña, Bética y Portugal. Y, sobre todo, renovamos nuestro deseo de seguir creciendo como misioneros que entienden su vida como la de Jesús-Eucaristía: comunión total con el Amor de Dios Padre que nos hace hijos entregados, hermanos de los hombres, Pan partido para la vida del mundo. Que aprendamos, como Él, a hacer vida estos hermosos versos de Pedro Casaldáliga:

"Mis manos, esas manos y Tus manos
hacemos este Gesto, compartida
la mesa y el destino, como hermanos.
Las vidas en Tu muerte y en Tu vida.

Unidos en el pan los muchos granos,
iremos aprendiendo a ser la unida
Ciudad de Dios, Ciudad de los humanos.
Comiéndote sabremos ser comida.

EI vino de sus venas nos provoca.
El pan que ellos no tienen nos convoca
a ser Contigo el pan de cada día.

Llamados por la luz de Tu memoria,
marchamos hacia el Reino haciendo Historia,
fraterna y subversiva Eucaristía".



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