Con el deseo de compartir la vida de la comunidad formativa de Colmenar Viejo, sale a la luz este sencillo «blog vocacional». Palabras e imágenes que envuelven una sencilla y profunda vida de respuesta a la llamada de Dios. Palabras e imágenes que fijan su atención en la razón de nuestro ser y hacer, Cristo el Señor. Palabras e imágenes que nos invitan a descubrir cómo remar mar adentro, confiados en su Palabra, esperanzados en su Madre y nuestra Madre, impulsados por su Caridad y su Espíritu para llegar y servir a quienes más necesiten. Que estas páginas, querido lector, querida lectora, te sirvan también a ti para experimentar el gozo del descubrimiento vocacional de tu vida cristiana. El tesoro evangélico que estos misioneros claretianos en formación han descubierto, es para compartirlo y multiplicarlo como Dios quiera regalárselo a cada persona.
Luis Ángel de las Heras, cmf
Es una comunidad muy plural, ¿no? Un buen lugar para vivir la fraternidad cristiana con todas las consecuencias. ¡Ánimo!
ResponderEliminarFelicidades por la iniciativa, hermanos.
ResponderEliminarTiene muy buena pinta...! gracias
Me alegro de veros por aquí. Enhorabuena!!
ResponderEliminar¡Que dure la racha! ¡Que no sea el último número!
ResponderEliminarCuántas caras conocidas! Me alegro de encontraros a través de estos cibermundos.
ResponderEliminarUn abrazo
Jaime
Hola a todos!! Pero especialmente a Adri, porque le conozco en persona. Me llamo Olimpia y estudiamos juntos en la UCM; ahora mismo estoy en Baltimore, estudiando... sí, hay cosas que nunca cambian.
ResponderEliminarAntes de nada, muchísimas gracias por esta iniciativa; me parece una idea estupenda ya que Jesús nos dijo que divulgáramos su mensaje, pero no dijo cómo, así que tomar ventaja de las nuevas tecnologías no sólo nos ayudará a llegar más lejos sino que también hará de la vida vocacional algo tan natural como escribir en un blog hoy día :)
También quería compartir con vosotros mi felicidad porque, después de muchos años de incertidumbre, negación y tribulación, por fin he descubierto (¿o debería decir "aceptado"?) mi vocación, que está en ir a donde Dios me lleve sabiendo que tengo algo que ofrecer a los que están a mi alrededor: la alegría de vivir, la alegría de tener presente a Dios en nuestros corazones, la alegría de vivir en plenitud, sin miedo... resumiendo, tengo mucha alegría que transmitir; sólo alegría, no más... pero tampoco menos. Y me alegro de poder compartir esta alegría de saberme hija de Dios con vosotros, de saber que entendéis mis palabras sin necesidad de complicadas explicaciones que a veces no hacen más que oscurecer más aún la luz que está hoy nublada. Y me alegro también de poder alegrarme en vuestra alegría.
Por tanto, de todo corazón, gracias!!
Que la paz esté con vosotros,
Olimpia
Me alegra que sigamos luchando juntos por crear una sola familia como la que vivís vosotros y la que también intentamos crear los que vivimos en comunidades inter-culturales. Un abrazo y ánimo.
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