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De izquierda a derecha: Charles (Paraguay, Prov. Santiago), Rayappa (India, Prov. Santiago) y Rafael (Corea, Del. Corea) |
Este inicio de curso ha sido, desde el principio, lleno de motivos que agradecer. Las experiencias que cada estudiante ha vivido en verano aquí y fuera de España, los ejercicios espirituales al final de agosto, despedidas y bienvenidas, inicios de nuevas etapas. Todos estos hilos siguen tejiendo el telar misionero que quiere ser nuestra comunidad. Pero sin duda, lo que más ha marcado este nuevo año, ha sido la profesión perpetua de nuestros hermanos Charles, Rayappa y Rafael.
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La celebración fue presidida por el P. Pedro Belderrain, Superior Provincial de Santiago. Junto a él, el P. Gabriel Kim, Superior Mayor de Corea y el P. José Ramón Sanz, Prefecto de formación |
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El P. Pedro Belderrain, Superior Provincial de Santiago, da la bienvenida a la asamblea |
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Charles, Rafael y Rayappa expresan su compromiso para con la Iglesia y la Congregación |
Puede que te estés preguntando, ¿qué es eso de una profesión perpetua? La profesión perpetua es el acto público por el que los estudiantes claretianos se consagran a Dios incorporándose definitivamente a la Congregación para vivir como misioneros al servicio de la Palabra. Dicho de otro modo, es la celebración donde se da un «sí» a Dios para siempre, después de varios años de discernimiento, estudio, reflexión y vida comunitaria. Un momento especial y alegre donde nuestros hermanos expresaron su deseo más íntimo de seguir a Jesús como Misioneros Claretianos, Hijos del Inmaculado Corazón de María.
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Durante la oración litánica |
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Charles emite la fórmula de profesión perpetua en manos de su Superior |
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Rafael emite la fórmula de profesión perpetua en manos de su Superior (en coreano) |
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Rayappa emite la fórmula de profesión perpetua en manos de su Superior |
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Abrazo de acogida de los claretianos a los hermanos que profesaron |
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Charles firmando el acta de la celebración |
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Rafael firmando el acta de la celebración |
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Rayappa firmando el acta de la celebración |
El pasado 15 de octubre, en nuestra iglesia de Colmenar, fuimos testigos de cómo Dios conduce nuestras vidas y las hace más bellas y mejores cerca de Él. Además, sentimos con la Iglesia es universal y misionera. Tres hermanos claretianos, tres orígenes distintos (Paraguay, India y Corea del Sur), tres historias diferentes... pero una misma vocación: ser misioneros al estilo de Claret.
Desde aquí agradecemos el tiempo compartido con ellos, la generosidad de su respuesta y la alegría de saberles cerca de nosotros. Que María, mujer de la Palabra, les siga ayudando a renovar su «sí» cada día allá donde estén... ¡enhorabuena, hermanos y amigos!
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Con parte de la comunidad de estudiantes claretianos y otros hermano! |
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Los profesos con la familia de Rafael |
«Hoy, Charles, Rayappa y Rafael, recibís para siempre una
herencia que os llena y os colma. Hoy y para siempre, recibís el nombre de los
somos Hijos del Inmaculado Corazón de María. Desde hoy, seréis para siempre testigos-mensajeros
de la alegría del evangelio. Que nada os arredre. Que todo abraséis a vuestro
paso. Y María, como una suave luz que todo lo ilumina, nunca os dejará confundidos.»
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