Y desde entonces, para siempre.
Para ti.
Para nosotros.
Para que vivas.
JUEVES SANTO
Todo tu hacer me tiene pensativa;
pensándote me paso el llanto entero.
Para pasar el hambre, toma el pecho,
el mío, que te doy para que vivas.
Blanco mantel he puesto almidonado
por el llanto tardío de mi culpa
para la cena mística del dueño.
Dame el pan de tu cuerpo en una carta,
bébete mis palabras con el mío,
junta ahora tus palmas con mis palmas,
que ellas quieren rezar de cuatro en cuatro.
Gloria Fuertes
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